Para descagarse de asco

Saludos, mis polluelos

En vista de la cagada de asco general y del optimismo fallido de mi último umplei, voy a hacer algo para levantarles el ánimo. No es nada nuevo, nos vamos a reir de mi todos juntos, siempre es graciosa la desgracia ajena. Si no mírenlo a Enzo jugando al WoW un rato y se van a dar cuenta de lo que digo.

Primero les voy a contar que estaba buscando trabajo, y tuve algunas situaciones frustrantes. Una fue un call center en el que hice una entrevista grupal: ocho chicas y yo. Inmediatamente pensé que salvo que nos tomaran una evaluación práctica de alta costura, tenía el ingreso asegurado. Me preocupé un poco cuando entró una chica muy... muy... Alta. Nos repartió unas hojitas con un test de preguntas "técnicas" entre las que destacan:

¿Cómo se cierra una ventana en el Windows?
a) Clickeando el ícono de la cruz
b) Pará que enciendo la pc
c) ¡Pregunta trampa! Porque Windows es ventana en inglés

¿A cuántos bits equivale un byte?
a) 8.
b) Che, en serio, no puedo. ¿Me decís cómo enciendo la pc?
c) ¡Bit es mordisco en inglés! Ja, ja, ¡qué tramposos que son!

Después nos entregaron una prueba de secuencias lógicas, que evidentemente no es lo mío. Pero cuando empecé a pasar las hojas, me di cuenta de que eran VEINTICUATRO variantes de la misma consigna: Ubicar el pedazo que le falta al área mayor. No exagero, las plantillas siempre eran así:

Bueno, había chicas que todavía dudaban. Una seguía preguntando cómo encender la pc. La cuestión es que avanzamos y nos hicieron hacer una actividad en grupo, varios de ustedes la conocerán:

Estamos en una situación hipotética en la que pasó el Curuburo. Entonces solo quedan ustedes para decidir entre los sobrevivientes quiénes van a Melmac y quien se queda. ESTÁN: un perro, un TONAL, un Atao, un artesano que trabaja con recortes de fiambre, la madre de quien les habla, un físico nuclear, otro perro, un tehuelche y una puta.

- A tu vieja ya la contaste - dije, como para romper el hielo.
- Yo digo que llevemos al perro, seguro que nos puede guiar y buscar comida.
- Ah, entonces no lo lleven al Atao, porque se va a comer al perro.
- ¿Los tehuelches son negros? Porque no vamos a llevar a un negro, ¿o si?
- Hay que llevar TONAL, eso si
- ¿Por qué? Para mí es más importante el fís...
- ¡DAME TONAL, te dije!
- ¡Pará, enfermo!¡Dejá de agitar las manos!¿Cómo, quién es Stravinsky?
- Bueno, lo llevamos al artesano, seguro que esconde un gran genio en su interior. Todas las personas que por fuera no dicen nada por dentro son un tesoro, yo quiero al artesano.
- Ok, lo llevamos. Pero vos te quedás acá, los lugares están contados.
- No, pero yo tengo que estar, es la consig...
- Cerrá el culo, vos te quedás. Prendé la nave que nos vamos.
- Che, pero esto era una suposición, volv...
- ¡Basta! Salimos hacia el espacio en 3... 2... 1...

¡¡¡¡¡¡PPPPPPRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!

A los diez minutos reaccionamos; desatamos las sillas, nos quitamos las insignias de papel... pero ya íbamos por Plaza Colón, así que asumimos con resignación que perdimos el trabajo. Mientras iba puteando por lo bajo una chica se me acercó compasiva y me dijo mientras me sobaba la espalda: "Bueno, Joni, hay cosas peores...". "Si", le dije; "Vos por ejemplo no sabés prender una computadora".

Después de ese episodio y otros similares me fui al cumpleaños de Iván, un amigo. Por empezar, el festejo empezó en casa, después lo trasladamos a la casa de Forte, y recién en una tercera instancia cayó el agasajado. Lo recibimos con una guerrita de soda, hicimos unos tragos, unas cervecitas, unos embudos y salimos a dar serenatas por Nueva Córdoba, rumbo a una fiesta en ciudad universitaria. Aunque nadie me crea, yo estaba "entonado" (para seguir con la analogía musical) pero en plena posesión y autoridad de mis facultades físicas y psíquicas. Sucede que íbamos en un clima de alegría desbordante, como cuando bailamos en Cultura, así que tocábamos timbres y cantábamos cosas como "O sole mio", el coro de los esclavos del "Nabucco", la marcha peronista o el himno nacional. Hubo gente que aplaudió.

En una de esas pasamos por una placita de juegos, y nos volvió el espíritu infantil. Así que le dimos al subibaja, al tobogán y a las hamacas. Como mi espíritu aventurero es insaciable, porque soy de Gondor, tomé envión y salté desplegando mi cuerpo en el aire. Algo así:

http://www.youtube.com/watch?v=NuNqPwJyvEc

La cuestión es que me fracturé la muñeca, pero como soy tan duro seguí viaje como si nada. Porque Gondor se la banca. Llegamos a la fiesta, bailé como un campeón... No, miré como bailaban en realidad. Y cuando todos se fueron yo me quedé un rato más, paseando simplemente.

De pronto se corta la música, se apagan las luces y se escucha un profundo: QUE PASA ACÁ. Llegó la policía, si, prendieron los reflectores y nos amenazaron. Un grupo de cuarteteros empezó a cantar y aplaudir marcando el pulso de tal forma que uno casi no se daba cuenta de que no estaba más el equipo de música, incluso se armó un semi bailongo. Como para calmar los ánimos, un bigote arrojó una granada y mató un caco.

En cinco minutos habían armado trincheras, molotov, habían fabricado armas de fuego... La policía desplegó los tanques y empezó la "discusión". Yo estaba un tanto confundido, hasta que un cuartetero me reclutó muy amablemente para colaborar con su causa. Las explosiones no me dejaban ver mucho, pero me llamó la atención que entre todo el quilombo había un tipo con los ojos grandes, redondos y rojos tocando el huiro en cuero sin parar, a una velocidad descomunal. No tardaron en intensificarse las hostilidades, y después de talar los árboles para armar un castillo y cavar una fosa alrededor, declararon la independencia de la República de La Mona. A la policía no le quedó otra que desplegar la flota de artilleros, pero un equipo de negros fue buceando con un par de puntas y los pincharon. No me pregunten como.

Apenas supe lo de la bomba nuclear me tomé el palo. Me fui caminando con una chica... solos... de noche... Y por lo menos a esa altura me parecía muy bonita. O normal, que ya es mucho. Así que apelé a todos mis encantos. Desconfiado, me acordé de las palabras de José: "Cuando no te den bola usá la violencia", pero no les hice caso. Llegó a ser algo semi romántico, hasta que de pronto me dije "No, yo soy un hombre honesto. Esta pobre mujer no tiene por qué cargar con mi ebriedad ni consolarme emocional ni sexualmente." E inmediatamente comencé a sermonearla diciéndole todo lo que un hombre NO debe decirle a una mujer para cortejarla. Dicho y hecho, la acompañé a su casa, la despedí con un saludo muy discreto y me fui a Marta, con la severa convicción de que soy un perdedor profesional.

Cuando llegué me di cuenta de que la muñeca no me daba más, así que no podía tipear... Al otro día me enyesaron, pero esa es otra historia fantabulosa. Por ahora me despido esperando haberlos descagado de asco un poco con mi desgracia, y con una frase de Pascal:

"Me hubiera gustado ecribir algo más breve, pero no tuve tiempo".

La Vieja