viernes, 12 de febrero de 2010

En este mundo capitalista...

Mis más cordiales saludos

Como habrán notado en los umplei anteriores, el ámbito económico trascendió un poco la barrera utilitaria de nuestras vidas, para pasar a alojarse muy cómodamente entre las inquietudes más trascendentales. Aquél lugar que debería estar ocupando en este momento el arte, la cultura, el placer o la masturbación devino en una caja de operaciones financieras que maximiza el impacto emocional de nuestro minúsculo capital monetario de todos los días. Pueden comprobarlo con transparencia en el umplei del Eze, en la vorágine cada vez más poligonal de Yair o en el ocio compulsivo de Rodrigo. Los tres casos padecen de falta de dinero, algo de lo cual evidentemente yo estoy absolutamente exento. De dinero, digo.

En el 2012 llega el Curuburo, y eso me hace pensar que seguir contando los años para adelante es un síntoma de optimismo. Pero no un optimismo hippie, sino un optimismo postmoderno: un instinto rapaz que se canaliza a través de un hedonismo eufórico, inconsciente. Lo único que mantiene vivo a un hombre es el deseo de seguir experimentando esta vida miserable. Una persona es un pobre que arrastra su sombra de un lugar a otro, exprimiendo en cada posta el trago menos amargo que se le ofrezca; es un gusano que pudre una manzana en su afán de devorarla por completo. O peor aún: es algo como usted.

Ante semejante panorama, uno tiene dos alternativas. La primera consiste en contentarse con saber (y en lo posible verificarlo en forma tangible) que hay personas mucho más miserables incluso que uno mismo. Porque por más mediocre que sea su vida, por más estrecha que sea su inteligencia, por más execrable que encuentre su sola presencia nauseabunda, uno no puede dejar de advertir que existe el Atao. Y no hay un escalón más abajo. Cuando se acaban los peldaños de la dignidad hay un largo abismo, y abajo de todo, muy en el fondo, un Atao con la boca abierta, rugiendo de hambre desde las profundidades.

La segunda opción es encontrar una alternativa a este capitalismo salvaje. Acá entran cosas como la vida en el campo, Cultura a la Vuelta, TONAL, o bien algo más pasivo como los viajes, el sexo o los juegos de azar. Sin embargo estas tres últimas son actividades que me hacen gastar mucho dinero, y estaríamos en la misma.

Siempre está la opción de pegarse un tiro también, pero piénselo bien. Si tuviera una pistola con una sola bala, no la descargaría contra usted, le dispararía al Atao, por supuesto. Y eso es sentido común, caballero.

Ahora bien, voy a finalizar con un destello de esperanza, porque por más que no querramos, todos somos comerciales. Y lo digo con un cd de Schönberg en la mano que acaba de ser reemplazado por Aerosmith.  Quiero que se ponga de pie y cante a viva voz aquélla canción que lo llena de valor. Quiero que se desnude para poder expresarlo con todo su cuerpo. Quiero que mire a la primer persona que vea (PERSONA) y le diga cuánto la ama o cuanto la odia, o cuántas ganas le tiene. Después de eso, siéntese nuevamente. Agáchese. Toque el suelo con las manos. Toque el techo con los pies. ¿No es hermosa la vida?. Si todavía no se ha convencido, busque una foto suya. Compárela con la cara de Stravkinsky. Ahora quiero que levante sus manos lo más alto que pueda, y grite su nombre con todas sus fuerzas. Por más que se llame Flavio. ¿Todavía no?. Clávese un Cultura, escuche "Mi chica de humo", deme toda su plata, cómase un Garoto, juegue un Pappa y cuente la cantidad de corcheas que tiene la tapa del disco de "E José". ¿No está todo mucho mejor?¿No siente que ya no necesita su dinero?¿Se siente más libre, más liviano, más espiritual?. Bueno, ahora está listo para entrar de nuevo en la nave, a seguir con TONAL, como Dios manda.

La vieja



"¿Para qué reencarnar? Si seguro me toca Mariela de nuevo" - Roberto Giordano, Filósofo Estilista

No hay comentarios: