miércoles, 1 de agosto de 2012

BITÁCORA DEL TRONADOR. Parte 1: Alabanzas al hidrógeno.

Como dijese el general Aldo Boy Gustavo Parisieno Borsi, los polígonos prismáticos exprerimentan variaciones latentes en su esquema polifacético.

Buenas, buenas, gente querida. Acá estoy una vez más entregandome completito hacia ustedes con la iniciativa de reactivar este preciado sitio, donde se han compartido tantas buenas experiancias e historias, y que por orden sagrada de Nobuo, nos corresponde continuar con dicha actividad.La verdad que ya hace mucho tiempo de que no se escribe acá, asique voy a tratar de escribir algo lindo para que se les llene la cola de ganas de escribir. Les aviso que esta solo es la PRIMERA PARTE del post, y si te interesa saber cuando se viene la segunda, se lo podés preguntar a tu hermana.
Como diría algún torcedor españól para su equipo: "¡A por ellos!".

Sínodo 21: La venganza de Condorito
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Sería bueno poder volver a esas épocas doradas, no? Cuando grandes como Raúl Lavié acostumbraban a cantar serenatas en la calle mientras la gente que pasaba hacía degustaciones de panes y vinos en tetra (un descubriemiento que fue considerado un salto evolutivo en su momento) para escupirselos en los piés a modo de agradecimiento.
PERO NO SE PUEDE.
Ya estamos en otro momento, otro siglo y otras circunstancias. Ahora la gente te afana el reloj antes de preguntarte la hora. Ahora en los comercios se construyen cuatro baños en lugar de dos por los nuevos generos sexuales que existen (vos vas a un local y tenés baño de "Hombres", "Mujeres", "Trabucos" y "Demás"). Ahora la Coca-Cola viene pasada de agua, la caca social hace plata con la música y hay leyes que incentivan a la gente a vomitar en la vía pública. Pero eso no es lo importante ahora, ahora hay que pensar en el cambio, en mejorar, en crecer, en tu vieja.
Todo esto gira en relación a lo acontecido en los últimos tiempos, mi vida a dado algunos giros bastante interesantes que por suerte, fueron para bien. Porque para bien? Porque me dieron anectodotas para poder Compartir en el diario Familiar.

Episodio 93: La vuelta de Perón.
Era aproximademente el 45 de Febregosto, día de la calcamonía publicitaria. Yo me encontraba a las 29 horas del día, con un porcentaje excecivo de alcohol en sangre que producía un estado irregular en mi. Para el que no entendió, SÍ, estaba borracho.
Resulta que comiendo un pancho (del cual se me caía el ketchup y me manchaba la ropa), se me prendió la lamparita y pensé: "Listo, ya está, terminé de estudiar, no estoy laburando, tengo tiempo para hacer cosas, y sin embargo no estoy haciendo un carajo.Ya fue, ME VOY A BUSCAR AVENTURAS". Y así fue como al día siguiente me levante con resaca y me había olvidado de eso que pensé. Pero no quedo así, al día siguiente me volví a embriagar pero en menor grado, y lo volví a recordar.
Ya tenía mi idea fija, nada me la podía cambiar. Ahora tenía que empezar a actuar para llevarla a cabo y entonces comencé a pensar como hacerlo. Lo primero y único que se me ocurrió fue imaginar y copiar lo que harían los grandes aventureros antes de emprender en su arriesgada, increíble, espectacular, heroíca  y seguro que exitosa aventura. Tipos como Indiana Jones, Maritn McFly, Julio César, Guybrush Threepwood, Anabella Ascar, Batman, Gandalf, Wendy Sulca, La hiena Barrios, Quique Brandigamo, Perón y etc, que tuvieron grandes experiencias de vida gracias a su espiritu arriesgado y aventurero. Asique después de un rato de pensamientos y determinaciones, ya estaba más que claro lo que necesitaba:
- Un sombrero de vaquero.
- Una campera de cuero;
- Una guitarra;
- Algo de dinero;
- Una muda de ropa;
- Un sable láser;y
- Un Delorian.

Ya con la lista finalizada me sentía inmensamente incentivado y ansioso de comenzar con la aventura, asique ahora debía conseguir las cosas para llevarla a cabo.

Asamblea 77: La virtud de un hombre que conoce el código binario.

A modo de aclaración me gustaría añadir que los hechos relatados en este capitulo son basados en la no-realidad y en tu vieja.
El sombrero de vaquero fue fácil, averigué para comprarlo pero costaba más que yo, asique tuve que optar por la infaltable opción del HURTO. Sí, se lo chorié a un viejo que se la daba de Cocodrilo Dandy y andaba en silla de ruedas. Ojo, eso presentó complicaciones, resultó que no presté atención y la silla tenía equipada un motor a GNC de 40HP y podía experimentar velocidades de hasta 150Km/h. Cuando salí corriendo después de llevar a cabo el hurto, percibí en el viejo una chistada de risa y seguido de eso escuché un sonido contundente, muy similar a el inconfundible rugido de un V8 americano, que se hacercaba más y más hasta que sentí un pechón de atrás y di dos vueltas mortales en el aire hasta caer nuevamente parado, con el sombrero en la mano y apenás un dolor en las pantorrillas. "Quién hace esa, eh?, ni a Indiana Jones lo vi hacer una de esas", pensé. Mi ego aventurístico se acrecentaba

Capitulo 066: La itensidad del Té "Abróch Áron"
Iba cruzando la avenida Beckenbahuer, volviendo de un lugar que no recuerdo y bebiendo a sorbos una especie de jugo de uva fermentado que llevaba dentro de un terminto de café que acababa de comprarle a un ciruja con los últimos $7,75 que me quedaban (Vale aclarar que el regateo de esa compra fue una de las gestiones financieras más exitosas de mi vida), cuando de repente, de mi costado derecho aparece una motocicleta a una velocidad que, según mis cálculos, se aproximaba a los 1427Km/h (Sí, mil cuatrocientos veintisiete) y que al pasar enfrente mío pisa con la rueda delantera un chicle que yo acababa de tirar a la calle. Cuando lo pisa, la rueda queda automaticamente adherida al suelo, se desprende la orquilla de la moto y sale despedida completa con conductor incuido, seguiguiendo en línea recta hasta estamparse contra un poste de hormigón. El episodio me dejó perplejo, pensando en como la física pudo permitir una cosa así. Y ahí fue cuando entendí porque en los últimos 3 meses había tenido que mandarme a hacer la dentadura postiza siete veces, era por comer los nuevos chiles "Irondent" que regalaban en los centros de salud dental de la provincia.
La rueda seguía parada y adherida al suelo, asique me dirigí a revisar el estado de la victima del accidente que produjo el maldito chicle. A lo mejor ya había muerto y le podía robar algo sin que nadie se de cuenta, eran las 5:35 de la mañana, no se veía gente caminando y las luces de los autos que se acercaban se encontraban aún a más de 300 metros... Para mi sorpresa y alegría, efectivamente así fue. Con cuidado y apuro llegué a la zona donde yacían los restos del damnificado, digo restos yacientes porque lo primero que pude apreciar del muchacho es que no tenía más la cabeza, así que con mi espléndida y cautivanante capacidad de deducir detecté que el muchacho había muerto. El segundo detalle que capté fue de no creer, fue algo poco común, fue observar como la suerte pasaba por mi lado y me regalaba una sonrisa, fue como ver al destino dandome un abrazo amistoso, fue como ver a la felicidad, a la gracia y al júbilo pasar por detrás mio y tocarme el culo... El muchacho ahí muerto TENÍA PUESTA UNA CAMPERA DE CUERO. Obiamente que se la afané. Mi suerte aventurística aumentaba.

Apartado 48: Artilúgios de la cleptocracia.

La guitarra obviamente ya la tenía, mi queridisa Stella estaba siempre dispuesta para todo aquello que quisiera o pudiera someterla. Un viaje aventurístico donde problablemente ibamos a tener que convivir con animales silvestres, entrar en contacto con vegetación exótica, perder la noción de los días, consumir maleza  y cazar aborigenes para sobrevivir, no significaba ningun imperimento para ella. Asique, de paso cañaso, aproveche su estuche con bolsillo extragrande para llevar elementos y utencillos de suma utilidad, como un cuchillo mediano bien afilado, un encordado de repuesto, púas, duraznos disecados, carozos de palta en escabeche, una pinsa, un destornillador, un mapa físico-político de Checoslovaquia, una calcamonía de Boca y hueso de paraguayo en polvo (gracias a la gran actividad de los paraguayos en obras de construcción, los huesos poseen alto contenido de yeso y funcionan como excelente adhesivo al mezclarlo con el agua).
Lo que seguía en la lista me complicaba. ¿De donde iba a sacar dinero?, ni yo lo sabía. Asique por ende, hubo que improvisar. Con mis grandes dotes de actor, me hice pasar como vendedor de viajes de una empresa de turismo en un centro de jubilados y les hice el chamuyo de un viaje que no podían perderse de hacer antes de entregar el cuero. Obviamente se me complicó con los recursos y un viejito que era abogado me sacó la ficha, asique tuve que salir corriendo del lugar tapandome el rostro, y negociar con un mendigo que había a dos cuadras la ropa, los bigotes postizos y la peluca que llevaba conmigo a cambio de su atuendo y un pucho.
Sin bien el primer plan no salió bien, nunca se pierde el optimismo. Ahora estaba disfrazado de mendigo, podía ejecutar el plan B que acababa de inventar. Conseguí un saco de arpillera de una verdulería, me robé una llave cruz de una gomería en la que el muchacho que atendía se encontraba ocupado con un trabuco y me posicioné cerca de un banco importante. Fue cuestión de esperar apenas una hora y unos 20 minutos para que llegue la victima ideal. Un hombre con cara de oliendo un pedo llegó muy apurado en su Audi y se metió al banco casi correindo. En el interin en que el hombre se entontraba en el banco, desajusté y retiré las tuercas de una de las ruedas delanteras. Ni bien saqué la última tuerca, no llegué a esconderme detras de un paredoncito que el hombre del Audi salió corriendo hacía el auto, lo encendió y salió a fondo haciendo 200 metros acelerando hasta encontrarse con una pequeña curvita, que al intentar doblarla, perdió automaticamente la rueda y el auto salió despedido contra un poste de hormigón. Desde ese momento decidí que me primer hijo se va a llamar Hormigón.
Corrí hasta el lugar de la colisón y me apresuré en "ayudar" al hombre accidentado manoteandole, primero y sin querer el ganso, y segundo el sobre con el dineral. Corrí como un tucumano saliendo de un supermercado. Mi astucia aventurística se acrecentaba... Y mucho.

División 88: Los hombres de dos años después.
Yo se que ustedes y toda la sociedad, toda su vida se preguntaron ¿qué sentirá un mendigo con mucho dinero en su bolsillo?. Se los puedo responder. Estaba vestido con ropa en la que habitaban inumerables ecosistemas de todo tipo y tenía un sobre con mucha plata en el bolsillo. Comprar ropa es la respuesta.
Fui a un local medio pelo para que me dejen entrar con el atuendo que llevaba, ahí adquirí ropa de baja calidad y no muy presentable, pero que me permitiría entrar a un local de más nivel sin que me saquen a patadas en el orto antes de acercarme a la puerta. Me fui pal' Jockey. Recorrí los locales más caros y me vestí con dos mudas de ropa de las mejores marcas existentes. El sobre del dinero todavía tenía un grosor interesante, pero para mi desgracia, cuando intenté pagar un pancho en un carrito del centro me di cuenta que no era tan así.

Yo: Viejo, tenés cambio de 100 si te pido un pancho?
Panchero: A ve, dejame ve... Si tengo maetro, que lo que queré?
Yo: Mortal. Quiero un panchito con esas dos salsa, ketchup y papas.
Panchero: Saleee... (prepara el pancho). Tomá padre, ahí tení.
Yo: Gracias viejo, toma la plat...

En el sobre no había ningun billete de 100. Los que quedaban eran todos de dos pesos.

Yo: eeeeh, tomá viejo, encontré cambio... Nos vemos, me voy a suicidar, chau.

La había cagado. Conté la plata y en total sumaba $42 en billetes de dos. Pero bueno, un poco de mala suerte no me iba a tirar abajo el plan, además la idea era que sea una aventura arriesgada, con dinero perdería el ese sabor. Perdería el sabor tanto la aventura como la comida. ARROOOOOOOOOOOOOOZ, pasó un negro gritando. Mi desgracia aventurística aparecía.

Sección 748: Baltazar el novelero.

Faltaba poco y nada. Decidí tomarme un tiempo para mirar las 6 películas de Star Wars al hilo y pensar de donde podía sacar el sable láser. Cuando temrinó la sexta películas no sabía ni como me llamaba, pero en un segundo de lucidez logré darme cuenta que iba a ser imposible conseguir el sable. Dormí dos días seguidos, cosa que me sirvió para juntar energías y salir en busqueda de algo que lo sustituya. Fui a una ferretería a dos cuadras y consegúi un machete muy bien afilado, pero como no me alcanzaba el dinero para comprarlo le dije a unos muchachos de un aguantadero cercano que les daba una caja de vino a cada uno si lo robaban por mi. El negocio fue redondo, en cuestión de media hora ya tenía mi machete y todavía me quedaban $30 en billetes de dos para otros gastos. Me vi la película Machete para aprender a usarlo.
Busqué por mercado libre un Delorian y solo encontré de miniatura, asique con mis capacidades de ingeniero decidi construirme uno. Despés de unas horitas de diseño decidi ponerle un condensador de flujos a un R12, era una excelente idea. Lo difícil iba a ser conseguir el R12 y el plutonio, pero nada es imposible. Lamentablemente esto si fue imposible. Como no conseguí plutonio le instalé un condensador de flujos que funcionaba a aeronafta a un R12 de un cerrajero que vivía a unas 9 cuadras de casa. Como indica la ley, el tipo no tenía cerradura en las puertas de atras del auto, asique el acceso no se me complicó para nada. El problema fue en la etapa de pruebas cuando intenté activar el condensador, que por razones de seguridad lo activé vía celular, tal cual como activan las bombas en las películas. Y literalmente fue una bomba. Me confundí en uno de los cables de alimentación y el condensador de flujos, junto con el R12, el cerrajero y media manzana volaron a la mierda. Desde casa se sintió el ruido y se vió el humo.
Con esta prueba fallida el tiempo se me acortaba, asique me vi obligado a descartar el Delorian de la lista de cosas, y ya con el Delorian descartado tenía mi lista de cosas completa. Ahora solo faltaba encontrar el lugar a donde ir. Mi Realidad aventurística se hacía fuerte.

Proverbios 27: La fuga del paratítico.

Emprendí la busqueda de mi próximo destino. Mientras Stella se hacía la maniquiur y Ricardo tomaba cocido y chupaba limón, yo me metí de lleno a buscar foros que me aconsejen donde ir. Al rato de buscar y buscar me di cuenta que sea donde sea que fuese a ir iba a necesitar plata, no me daban ganas de hacer el viaje a dedo, por lo menos hasta ya encontrarme en zona selvatica o desértica donde pudiese, por ejemplo, montar un Brontosaurio para que me lleve donde quisiera ir.
Definitivamente el dinero siempre limíta las posibilidades. Preguntandole a gente que creía de confianza, me encontré con una pregunta que me perturbó. Una pregunta que ya había escuchado infinidad de veces en mi vida por parte de mucha gente, y en forma destacada por parte de mi abuelo. La pregunta que me hizo frenar, pensar, levantar la cabeza, mirar y tirar el pase: "¿Alguna vez probaste trabajar?. Fué un quiebre en mi vida. Lo pensé y me decidí por buscar laburo para juntar el dinero e irme a mi aventura. Mi responsabilidad aventurística se hacía notar.

Parte 3: ¿Saskéchawan-República del Libano?, cuarenticinco minuto.

"Así te quería agarrar" fue lo último que le dijo el preso al wachiturro que metieron en cana, justo antes de romperle el orto. Ahora se pueden dar cuenta como los medios nos mienten.
Empecé a buscar trabajo. Currículums impactantes iban y venían, viajaban de lado a lado en forma de presentación y respuesta, de pc a pc, de país a país, de ciudad a ciudad, de cabarulo a cabarulo, de idioma a idioma. Hong Kong, Lisboa, Viena, Chicago, Asunción del Paraguay, Las vegas de catamarca, Rio Tercero, Cruz del Eje, Pilcaniyeu, Ñorquinco, La Paz, París, Roma, Barrio 1° de Mayo, Tucuman. Al final el gil que la comió y me contrato fue de acá de Córdoba nomás. Pero en realidad no la comió... Se la dieron de comer...


Les interesa saber cómo???
En la segunda parte se van a enterar.

Espero que esta parte les haya hecho cambiar de postura sexual y les haya gustado. Nos vemos nuevamente en breve.
Abraxos y sucessos.

El Pueblo.


PD: Como diría el otro pueblo, el gorila: "Te la dejo picando...".